Creo que muchos de nosotros si no es que todos hemos odiado en algún momento el lugar donde trabajamos. Nos hemos imaginado más de una vez pasando aquella carta de renuncia porque por fin llegó la oportunidad que tanto anhelábamos y estaríamos lejos de ese jefe extraterrestre y la jauría de lobos, que decían llamarse compañeros de trabajo.
Sin embargo, lastimosamente así las puertas de esa gran empresa soñada se abran de par en par, los problemas tal vez se sigan presentando y la gran pregunta es ¿por qué? Primero porque la felicidad en el trabajo depende de nosotros mismos y segundo porque la mayoría de las empresas aún no han comprendido la importancia de contar con empleados felices.
Pero empecemos por lo primero, por nosotros, porque, aunque nos encontremos en situaciones poco alentadoras, aprender a manejarlas nos ayudará a ahondar en nuestras habilidades blandas, que nos permitirán en el futuro ser más estratégicos en la toma de decisiones y por lo tanto más exitosos.
Más de una vez he estado en trabajos que podríamos denominar peor es nada y el peor es nada aplica también en las relaciones amorosas y como es de esperarse los resultados no son los deseados. En la actualidad es difícil pensar que podemos vivir de un trabajo que no nos gusta, esperando que sea viernes, 15 y 30 de cada mes, porque emocionalmente nos agota, pero en especial porque nunca podremos ponernos realmente la camiseta, que es el símbolo de compromiso y pertenencia hacia una organización, y esto produce que nuestra motivación por hacer las cosas sea casi nula y ese sentimiento en el futuro ahonda nuestra frustración.
No obstante, no quiero decir con esto, que, si estás viviendo en un escampadero o en un peor es nada, debas inmediatamente renunciar e ir por tus sueños, realmente lo que quiero hacerte es una invitación a aprender de la situación, lo más que puedas y sobre todo a no renunciar a tus sueños. Es totalmente cierto que no hay distancia más larga que aquella entre lo que soy y lo que deseo ser, pero no es sano buscar atajos cuando estoy en una situación no deseada, lo más recomendable es aprender hacernos mejores preguntas en la adversidad, para así cambiar nuestra actitud frente a ellas.
Esto me recuerda a una experiencia laboral que tuve años atrás, cuando ingresé a una importante empresa de transporte aéreo con un clima laboral excelente en general, pero por cosas del destino mi jefe no era tan excelente, que adicional de acosar a su equipo de trabajo promovía la traición entre compañeros, así que todas las mañanas en lugar de vestirme como la profesional exitosa que quería ser me disfrazaba de Rambo para poder atacar y defenderme. Realmente era un ambiente tóxico, donde no logré hacerme las preguntas correctas para encontrar las estrategias adecuadas que me permitieran solventar la situación con éxito. Entonces, aunque estaba en el lugar de mis sueños mi yo de pocas habilidades blandas no podía ser feliz.
Lo anterior no quita merito al trabajo que las empresas deben realizar para procurar la felicidad de sus empleados, esto no solo porque disminuye la rotación de personal, sino porque está demostrado que los colaboradores motivados son un 12% más productivos. ¿Pero entonces como podemos fomentar la felicidad del colaborador en su ambiente de trabajo?
Podemos resumirlo en 3 aspectos importantes:
Liderazgo: el liderazgo se ha convertido en una de las cualidades más importantes para una organización. En tiempo atrás pensábamos que un buen líder era aquel que delegaba y controlaba bien, pero hoy en día un buen líder es aquel que inspira y esta inspiración está muy ligada a la coherencia en las acciones y al sentido de protección que otorga a su equipo de trabajo.
Entrégales seguridad a tus empleados: hazles sentir que hacen un gran trabajo y que ese trabajo cumple un propósito esencial para el logro de los objetivos de la organización. Recuerda que como seres humanos necesitamos sentirnos parte de un propósito superior a la tarea que nos es encomendada.
Celebra el éxito: no importa si los logros son pequeños o grandes, celébralos y motívalos constantemente. Eso le demuestra a tu equipo de trabajo que reconoces su esfuerzo.
Recuerda la felicidad en el trabajo no es solo para los empleados, esto repercute directamente en su desempeño y sobre todo en el relacionamiento con el cliente externo. Las empresas que promueven la felicidad como cultura de trabajo, superan en un 20% a la competencia.
¿Tu empresa necesita ayuda en este tema? Recuerda que, en Recurso Humano Externo, somos expertos en hacer empleados felices. ¡Contáctanos hoy mismo y empieza a disfrutar de las ventajas de contar con planes y proyectos que motiven un ambiente laboral sano!
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